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De todas las visitadas hasta el momento, a excepción de aquellas que
tienen cava, esta es la tabaquería con más gabinetes humidores que nos
hemos encontrado, algunos de ellos con regulación de temperatura.
Tienen
un humidor de sobremesa, bastante grande, pero nos dijeron que ya no
vendían puros sueltos, porque "la rotación" no era la suficiente. Le
quedaban unos cuantos Umnum Bond cada uno en su celofán, a los que llamó
sorprendentemente "H. Upman". No nos habíamos quedado con la
posibilidad de que alguien confundiera una marca gris española con uno
de los Habanos más famosos del mundo. El precio era igualmente
sorprendente; 2,90 € cada uno, cuando en la cajetilla de 5, en los
sitios más caros, salen a 1,80 la unidad. Los tabacos sueltos hay que
venderlos al mismo precio que en el mazo o, a lo sumo, unos 10 céntimos
más (las dos opciones típicas de todas las tabaquerías de Gran Canaria
que venden sueltos) porque, de lo contrario, la gente no los comprará y,
de paso, espantará a un tipo de cliente.
No sabemos qué hará con el cajón humidor bastante grande de puros sueltos una vez los haya liquidado.