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La caja es de cartón no muy grueso, casi cartulina, diríamos. Estaba
desprecintada en los sellos principales de origen, y sellada nuevamente
por Cuba Cigar, la distribuidora canaria, con una pegatina propia.
Dentro de la caja, en la parte interior de la tapa, había una etiqueta
sanitaria que tenía todas las señas de ser española. No nos queda claro
por qué esa acción. La zona externa de la caja aún disponía de
espacios para poner esa insidiosa e innecesaria pegatina, además de que
ya está la de fuera. En el interior los puros van dentro de una especie
de bolsa de papel-platina sellada.
