Marca colectiva de garantía «Cigarros de Canarias»

Marca colectiva de garantía «Cigarros de Canarias»


General

Tipo: Marca

Marca

Marca: Cigarros de Canarias
Propietario marca: ACIT = Asociación Canaria de Industriales Tabaqueros
Fabricante: Varios
País de fabricación: Canarias

Comentarios

Una verdadera merienda de negros. Si el mundillo del tabaco es oscuro y enrevesado -y el de las Islas Canarias de forma notoria-, lo de este supuesto "sello de garantía" tiene visos de ganar el primer premio.

Antes que nada, no sabemos bien qué garantía puede proporcionar una producción que no posee actualmente denominación de origen agrícola. De hecho, hasta donde alcanzamos a saber, nunca existió esa posibilidad. En las primeras décadas del siglo XX, los fabricantes tabaqueros canarios se vanagloriaban de importar directamente desde Cuba o incluso de manera específica de Vuelta Abajo. Es decir incluso cuando en Canarias había una cierta producción agrícola tabaquera (mayor o menor según las épocas), nunca hubo una situación estable que permitiera pensar en una Denominación de Origen que integrara este producto agrícola industrial con su procesado pre-industrial e industrial en un todo, como sí pueden hacerlo los cubanos (y solo los cubanos, por lo que parece).

Pero bueno, incluso así hay que reconocer que Canarias es, después de Cuba y desde el punto de vista histórico, el segundo país más importante y conocedor del arte de la liga y elaboración de cigarros puros. No en vano fueron los canarios los que vertebraron esa industria en Cuba. Con esa condición, es habitual hablar de los puros canarios, como se viene haciendo desde, al menos, el siglo XIX, incluyendo en ellos la noción de que su materia prima podía ser tanto local como cubana y posteriormente también asiática, sudamericana, de otros lugares del Caribe, etc.

Pero determinadas circunstancias -que iremos exponiendo en este blog- provocaron que los cigarros de Canarias hayan desplegado a lo largo del siglo XX gamas muy disímiles en calidad.
La idea de registrar una marca colectiva que implicara unas exigencias altas de calidad para que funcionara como "sello de garantía" fue una iniciativa de varios sectores, en donde Proexca asumía legalmente la titularidad de la marca, una sociedad gubernamental canaria. Dispondría de un Órgano Regulador adjunto y el listón se puso excesivamente alto. Aún quedan rastros legales de aquello en la normativa canaria.
En un momento determinado tenían dentro de sus exigencias que los cigarros puros fueran de tripa larga. Pero la tripa corta está perfectamente integrada en los Habanos, que son los puros que establecen el máximo estándar mundial, y no parece que esa variante sea despreciable, especialmente desde un punto de vista obrero.

Pero en 2013, acercándose la fecha de renovación de la marca, pasó algo cuyos detalles aún desconocemos. La patronal tabaquera canaria había creado su enésima asociación (llamada en esta ocasión ACIT) y fue ésta quien solicitó el registro de la marca. Una solicitud nueva, no una cesión de la ya existente, aunque finalmente parece que se personaron las partes y ACIT se quedó con la marca.
A partir de ahí hemos comprobado en la práctica que los criterios ya no son los mismos: vemos cigarros de calidad ínfima con el sello de "supuesta" garantía. En ese sello se sigue hablando de Órgano Regulador (que debería ser independiente de los intereses patronales en su aspecto más mezquino), pero no somos capaces de localizar ni la web de esa patronal, ni información concreta sobre ese Órgano, ni las normas para poder insertar ese precinto en la producción. Todo muy oscuro, como siempre.

Conclusión: en la actualidad ese sello no significa nada. Si lo portan los subproductos, de nada sirve que lo lleven los que sí se lo merecen. De hecho, la mayoría de lo adquirido en estos meses no llevan ese precinto.

Eso implica que, de nuestra parte, no tenemos en consideración ese sello cuando nos lo encontramos en productos buenos; y criticamos expresamente su inserción cuando lo vemos en cigarros que tenemos catalogados como "impuros". Por ahora no hacemos nada más, aunque en puridad deberíamos rebajar un punto a los productos, a las marcas y a las fábricas que lo insertan en los productos referidos.

Ese sello debe contar con los industriales, en estrecha colaboración, pero no puede seguir en sus manos, porque ellos son una de las fuentes del problema, desafortunadamente.