De ese modo dejamos claro que los comerciantes mayoristas o minoristas que se dedican a registrar marcas y a comandar su producción a fábricas o talleres ajenos, no los consideramos 'fabricantes', incluso si asumieran un proceso industrial final de empaquetado en el caso de cigarros y tabaco de pipa. Podrían discutirse uno a uno los casos de otros productos, pero en los del tabaco para pipa y los cigarros (puros o impuros) rechazamos considerar que el empaquetado (ni tampoco la habilitación) sean parte del proceso de fabricación.
Eso implica que un importador no es fabricante si compra puros en, por ejemplo, Nicaragua y los habilita y empaqueta aquí. El fabricante es el que los hace: el importador en este caso sería un comerciante mayorista más.
También implica que un empresario que encarga puros a una fábrica ajena en plan marca propia (blanca, negra, gris, o castaño oscuro), nunca lo consideramos como el 'fabricante' de ese producto.
Eso implica igualmente que los empresarios o empresas que se presentan exclusivamente como fabricantes de marcas de tabaco, y después resulta que no tienen ninguna fábrica y encargan toda su producción a terceras partes, los consideramos igualmente como comerciantes mayoristas.