Hecho a mano, Mecanizado y Semi-mecanizado

Aquí hay que ser estrictos y acabar de una vez por todas con las trapacerías informativas de los fabricantes.

El estándar lo han vuelto a poner los cubanos, al segregar los completamente hechos a mano de los mecanizados.

Es una lástima que la expresión "hecho a mano" haya que complementarla con lo de "totalmente".  Debería bastar con lo de "hecho a mano", pero como a algún chanchullero se le ocurrió incluir la posibilidad de enrollar la tripa mecánicamente y aún así llamarlo "hecho a mano", la respuesta parece que tuvo que ser agregar eso de "totalmente".

Una vez establecida la nueva nomenclatura, hemos de aceptarla y exigirla.  Porque si los falsos "hecho a mano" se han extendido en grandes proporciones, entonces deberemos sospechar que todos los que no incluyan "totalmente", en realidad son "semi-mecanizados".

Pero eso produce una reacción en cadena: si eliminamos lo de "hecho a mano" de todos aquellos puros que no especifican "totalmente", entonces tendríamos que etiquetarlos como "semi-mecanizados", que es algo que no sabemos a ciencia cierta y probablemente sea falso en muchos casos.  A eso tendríamos que agregarle una investigación que fuera más allá de lo que diga el propio mazo.  Una en la que escudriñáramos lo que digan los fabricantes en sus propios medios.  De hecho, ya lo hacemos, siempre buscamos sus webs.  Pero hasta ahora aceptábamos su declaración de "hecho a mano" como suficiente, y también la situación de que muchas de ellas no declaran nada concreto en ese terreno, o incluso ni siquiera tienen web. 

Con el nuevo nivel de exigencia, tendríamos que poner como criterio que dispongan de web, o de documentación en catálogos y pdfs que incluyan dicha información.  De lo contrario, habría que ponerlos bajo sospecha.  Porque realmente es sospechoso que, en estos tiempos, no dispongan de un medio tan común.  Hay quienes tienen una web estática que no dice nada absolutamente en cuanto a las características concretas de sus productos, y otros que la actualizan, pero solo la emplean para simple "engodo", sin datos que proporcionen un cuadro real de lo que ocurre.  Todos ellos quedarían bajo sospecha.

Eso obliga, a su vez, a establecer criterios para un ranking de fabricantes.

Pero como hoy en día hay muchas marcas "grises", encargadas por distribuidores mayoristas que no son fabricantes, y son quienes exponen la información de los productos, habría que hacer otro tanto con estos mayoristas.

Todo esto es lamentable.  Jamás nos habíamos imaginado como "azote" de fabricantes y comerciantes, pero a nosotros no nos va nada en este negocio en el sentido de beneficio económico.  Al contrario, gastamos nuestro escaso dinero, queremos saber lo que fumamos, de dónde viene, quién lo hace, cómo lo hace, con qué materias primas y por qué hay tanto desfase ilógico en los precios que nos venimos encontrando.