Hoy aclaramos que se va a emplear el método de la doble paridad, en unidades y en dinero. Por ejemplo, si decimos que de cada cinco puros, al menos cuatro deben estar por debajo 2,50 €, la cuenta se hará de manera doble: cantidad de puros comprados e importe total de esas compras. En ambas debe cumplirse la proporción. Y así con el resto.
El problema reside en que sin esa doble paridad podríamos encontrarnos con situaciones como la siguiente: comprar 4 unidades a 0,50 cada una, que implicaría un gasto total de 2 €. Y después comprar un solo puro a 3 €. Si se repitiera muchas veces esa acción, eso podría producir desequilibrios a favor de uno de los lados. Con el sistema de doble paridad pensamos que se puede ir midiendo y saber cuándo hay que echar el remo a babor o a estribor, para compensar.
